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Contar con un seguro de vida permite, entre otras acciones, pagar el saldo de la hipoteca en caso de muerte o invalidez, hacer frente a los gastos de entierro y sepelio, costear las deudas por fallecimiento y proveer de fondos para la educación de los hijos y el sustento de la familia.

Además, ante un caso de sucesión, este tipo de póliza puede hacerse cargo de los impuestos sin la necesidad de que los herederos se vean obligados a vender sus activos.

Desde VIRAUN SOCIEDAD DE AGENCIA DE SEGUROS VINCULADA, aconsejamos a nuestros usuarios que, a la hora de firmar un seguro de vida, tengan en cuenta todos aquellos factores que inciden directamente sobre el tipo de producto a contratar.

Es decir, plantearse previamente qué coberturas queremos que estén incluidas. Por ejemplo, las necesidades familiares, los gastos derivados de un posible préstamo o si contamos con personas mayores o inválidas a nuestro cargo, etc.

Este tipo de seguro no deja de ser un contrato entre dos partes, regulado y contemplado por la Ley 50/1980 de los contratos del seguro, aplicándose la misma o en su defecto la legislación mercantil vigente. En él aparecen varias figuras fundamentales que definimos como:

• Asegurador: como compañía que ofrecerá la contraprestación a cambio de la prima.

• Tomador del seguro: persona que contrata la póliza y asume el pago de la prima.

• Asegurado: persona que cubre sus riesgos por la póliza.

• Beneficiario: persona que recibirá el capital asegurado en caso de fallecimiento del asegurado

• Prima: cantidad a pagar por el tomador del seguro a asegurador como contrapartida de la cobertura de riesgos.

Por norma general, las aseguradoras requieren como documentos indispensables para llevar a cabo la contratación:

• La solicitud del seguro.

• El Documento Nacional de Identidad.

• Una declaración de salud, donde se confirme que no se cuenta con ninguna enfermedad en el momento de contratación de la póliza.

• Y en algunas ocasiones, dependiendo del capital de contratación, se solicita un reconocimiento médico.

Tipos de pólizas de vida:

Dentro del ramo vida encontramos dos productos bien diferenciados y que podemos incluir en dos grandes grupos:

Fallecimiento: Ésta póliza está especialmente indicada para aquellas personas que cuentan con una hipoteca, o que tienen familiares a su cargo. Es aconsejable contratarla a la vez que se contrata la hipoteca y hasta que los hijos cumplan la mayoría de edad.

Fallecimiento e Invalidez: Cubren las garantías por fallecimiento y se suman aquellas derivadas de una situación de invalidez.

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