HISTORIA DE CENTENARIA

 

 

Los nombres de dos pequeños pueblos, uno de Turingia (Alemania) Viernau y otro en Cantabria (España) Vierna son la pequeña huella en el paso por la historia de nuestra familia.

 

Nuestros antepasados de Turingios comenzaron a recorrer Europa central en el siglo IX como maestros albañiles y canteros, participando en la creación de algunas de las construcciones más hermosas de la edad media.

 

En España una rama familiar se asentó en los tiempos de la reconquista  por el siglo XIV, con  el paso del tiempo llegaron a ser Hidalgos notorios, Castellanos viejos, fueron aritifices de la modernización de las comunicaciones en España, sentando las bases del sistema nacional de carreteras.

 

La historia más reciente y mejor documentanda parte del pariente de la Presidenta de Viraun, María Luisa Vierna Conde, ya en el Siglo XVIII.

 

En plena expansión de las corrientes de pensamiento científicas se impuso una idea conservadora, representada por su antepasado Marcos Vierna, era cantero trasmerano, la diferencia en sus teorías estriba en que él rechaza el aspecto científico de la profesión de Arquitecto.

 

A pesar de ese pensamiento, contrario a la tendencia de la época, Vierna alcanza uno de los puestos de mayor poder en España, pues como Comisario de Guerra y Director de los Caminos y Puentes del Reino, ejecuta el control del Consejo de Castilla sobre las Obras Públicas y ello implica no sólo la revisión de todos los proyectos de caminos y puentes del reino sino también el poder designar a los encargados de las obras.

 

Vierna enfrentó en todas las ocasiones el único valor que podía ofrecer, la práctica, frente a la ciencia y la teoría. Citó a Palladio curiosamente como autoridad para defender la primacía de la práctica, y ello contra Ventura Rodríguez en relación con el proyecto del puente de Pariza en Burgos.

 

En una de las obras más importantes de la Historia de nuestro país, alegó también la prácticafrente a los ingenieros militares en la construcción del camino de Santander a Reinosa (de SebastiánRodolphe decía que era «muy ignorante en lo principal del ministerio»; de Pedro Bordán que mantuvo «los más de los días cinco hombres de la obra ocupados en andar en su compañía cargados con instrumentos de reglas y niveles tomando medidas, cosa que allí no se necesita pues cualquier práctico, con solo el conocimiento de la vista, sin usar de instrumento alguno, sacaría la obra de aquel sitio con más perfección que la que tiene en su delineamiento; porlo que solo puedo atribuir los excesos que comete el expresado D. Pedro Bordán a mala intención o ningunainteligencia»).

 

Vierna era un «práctico» orgulloso de serlo que se impuso frente a los ingenieros militares y los arquitectos de la Academia. Con ello estaba en sintonía con el Consejo de Castilla, como organismo conservador frente a las novedades relacionadas con la monarquía borbónica. Como vemos, gracias a nuestro antepasado, el mundo de la cantería tradicional estabalejos de ser derrotado a fines del siglo XVIII.

 

Nuestro pariente, demostró uso del buen juicio, defendió la tradición, la práctica y la experiencia... valores tan poco valorados en nuestros tiempos.

 

Sus obras tras más de 250 años son el ejemplo de que otra forma de hacer las cosas es posible.

 

Un maestro de su tiempo, por amor a su profesión y por sentido de responsabilidad al ver que la forma de gobernar y administrar los recursos del Estado no eran correctas.

 

Su ejemplo marcó y seguirá marcando a nuevas generaciones.

 

(continurará....)