Puente de Guadalajara

CAROLI III P.F. AUGUSTI PROVIDENTIA

EX-SENATUS CONSULTO HUNC

GUADALAIARAE PONTEM PECUNIA

CONLATA POPULI…………………….TERRANEI

CITRA XL LEUCAS…E……..N………………ENTA

IMPOSUERE VALIDISSIMIS

CONSTEXTA STIPITIBUS

MARCO VIERNA OPUS DUCENTE

M D CC LXXVI

 

 

De esta inscripción, de oscura traducción literal, se desprende que el año 1776, reinando Carlos III, por acuerdo del Ayuntamiento de Guadalajara, con la ayuda económica de los pueblos de cuarenta leguas a la redonda, se reconstruyó el puente, dirigiendo las obras el arquitecto Marco Vierna.

 

En 1766 el Consejo Real ordenaba que Marcos Vierna comenzara el reparo del puente por administración, repartiéndose un millón de reales.

 

En 1770, llegaba el P. Pontones y no hizo más que confirmar y dar por bueno y más acertado el proyecto de Vierna, aunque resultase más caro. Por órdenes reales de 1773 y 1775 se encomendó y ratificó la obra en Hilario Alfonso de Jorganes y Juan Eusebio de la Viesca, bajo la dirección de Marcos de Vierna. En 1774 se iniciaban las obras. En 1778 todo estaba concluido.

 

En 1833 el arquitecto José María Guallart proyectaba un reparo.

Aún así y todo, dice Pérez Villamil, en 1856 hubo necesidad de una nueva reparación, que costó 245.549 reales.

 

Fue alomado hasta el año 1922, en que se le niveló y ensanchó, añadiéndole a ambos lados progresivo material de mampostería. También se le quitó el pretil de piedra para sustituirlo por la actual reja metálica.

 

Pudiera hacer tenido en otros tiempos un ojo más, que ha quedado enterrado tras el muro que protege la margen izquierda.