Camino Real Valladolid-Galicia

Se trata de una alcantarilla soberbia, de una factura impecable, donde Marcos Vierna parece imitar el buen hacer y la técnica de sus ancestros romanos pero potenciando su fortaleza. Dispone de un vano en arco de medio punto peraltado de aproximadamente 1,60 metros de luz y altura sobre lámina de aguas de 2 metros.

 

Los muros de la bóveda se componen de sillería de excelente talla con una moldura sobre la que reposa el arco y otra inferior sobre la basa que soporta la estructura; intradós de dovelas de igual factura, con una perfección inusitada para este tipo de obras menores.

 

En sus caras externas destaca la boquilla con una rosca perfecta y una decena de dovelas que forman el arco de factura impecable. Sobre el arco una línea de imposta que recoge el pretil y en ambos lados muros en aleta que soportan la presión del talud y canalizan las aguas.

 

Estas aletas, obra primorosa de cantería y estereotomía, lo forman unos pocos sillares de gran cubicaje donde los cantos externos, en disminución, se hacen con piezas en forma trapezoidal y en hiladas de no más de dos piezas, algunas en llave, atravesando el grueso del macizo, con una longitud de 1,25 metros y una anchura de 52 centímetros.